LAS PREOCUPACIONES DEL PRESENTE, DEL PASADO Y DEL FUTURO.
Una persona que vive siempre preocupada tiene muchas más probabilidades de sufrir problemas emocionales. En algunos casos puede llegar a somatizar y tener también afectaciones físicas. A eso debemos sumar los síntomas y la evolución de la enfermedad real que ya padecemos.
Los seres humanos deberíamos seguir el ejemplo de un capitán de barco que tan sólo con apretar un botón, puede bloquear varios compartimentos de la nave para conducirla con total seguridad.
Aunque el cerebro humano es mucho más complejo que la maquinaria de un barco, tenemos que aprender a manejar nuestra mente para poder conducir nuestra vida de una forma segura.
Nuestro viaje por la vida es mucho más largo que el viaje que realiza un barco desde su punto de partida hasta su destino final.
Sin embargo, al igual que el capitán del barco, debemos aprender a cerrar las puertas de algunos compartimentos emocionales como lo son los lugares donde hemos guardado los problemas del pasado o los compartimientos en los que guardamos las preocupaciones por el futuro que nos depara la vida.
CERRANDO LAS PUERTAS DEL PASADO Y DEL FUTURO
De nada nos sirve preocuparnos de algo que ya ha pasado. Existe una sencilla razón: no es posible cambiar lo sucedido. En lugar de esto, es mucho más provechoso extraer un aprendizaje. Sólo hay una manera para que el pasado sea constructivo: analizar lo que pasó y observar los errores. Esto nos puede servir para no volverlos a cometer.
En las ocasiones en las que estas situaciones del pasado nos atormenten y vengan a nuestra mente, debemos presionar el botón emocional que cierra las puertas del pasado, del ayer que ya se fue y del futuro que algún día llegará, pero probablemente muy distinto a como lo anticipamos.
Si escribimos lo que nos intranquiliza hoy y lo revisamos de aquí a un año, seguramente comprobaremos que la mayoría de cosas no han ocurrido. Por tanto, de nada sirve darle una y mil vueltas a los problemas.
Para poder vivir una vida eficazmente adaptativa, debemos vivir en nuestro presente y en él debemos trabajar. El futuro hoy por hoy no existe y el pasado ya se fue.
El desgaste de energía y la angustia, (angustia de anticipación), que experimentamos por eventos que ya pasaron o están por venir, nos preocupan irracionalmente y nos desequilibran emocionalmente, destruyendo nuestra estabilidad.
LAS PREOCUPACIONES SON OBSTÁCULOS QUE NOS BLOQUEAN
Las preocupaciones son obstáculos que para trabajar en los asuntos del presente. La mejor manera de prepararnos para el mañana es trabajar nuestro presente, concentrando toda nuestra energía en resolver problemas actuales.
LA REGLA DE ORO PARA CONTROLAR NUESTRAS PREOCUPACIONES
He aquí la regla de oro resumida en 3 pasos para controlar las preocupaciones. Es una técnica que debemos aplicar a nuestra vida desde este mismo momento.
PASO 1
Analiza la situación presente que te está angustiando y piensa qué sería lo peor que podría pasar como consecuencia de esa situación.
PASO 2
Acepta la peor circunstancia que podría derivarse de esta situación y comienza a sentir alivio que ayudará a pensar más claramente en la solución del problema.
PASO 3
Calmadamente trata de trabajar en la situación que te preocupa para que no ocurra lo peor. Lo más probable es que no ocurra y de esta forma no te habrás desgastado mentalmente.
Primero, es imprescindible obtener toda la información en torno a los hechos. Muchas de las personas sufren preocupaciones antes de conocer todas las circunstancias del problema. Una vez conseguidos los datos, es preciso analizarlos de forma objetiva.
En esta fase, es aconsejable mantener nuestras emociones al margen de nuestros pensamientos. El objetivo es encontrar la mejor solución. Después de esto, es preciso tomar una decisión y actuar en consecuencia.
Este proceso puede ser complicado de llevarlo a la práctica. Por ello, existen una serie de consejos que son de mucha utilidad:
- Escribe en un papel lo que te preocupa, y hazlo de forma minuciosa.
- Anota qué puedes hacer al respecto para solucionarlo.
- Decide qué hacer.
- Empieza inmediatamente a poner en práctica tu decisión.
- Con tomar la decisión y pasar a la acción, muchas de las preocupaciones se desvanecen.
Cooperar con lo inevitable significa no enfadarnos con lo que nos ha tocado vivir. Esto es, aceptar las circunstancias si no las podemos cambiar. Para empezar a superar una situación difícil, es mejor tomar las cosas tal y como son.
Es también dejar de darle vueltas a lo que no podemos controlar. Si no está en nuestra mano, resulta absurdo preocuparse. Es indispensable recordar que no son las circunstancias las que determinan cómo nos sentimos, sino la manera en las que reaccionamos ante ellas.
Pero esta técnica no consiste en ignorar tus problemas, sino en afrontarlos en el momento y tiempo adecuados.
La mayoría de nosotros pensamos más en lo negativo que en lo positivo que tenemos a nuestro alrededor y debemos darles a nuestras preocupaciones la atención que merecen, pero en el momento adecuado, en el presente.
ANALIZANDO LA PALABRA “PREOCUPACIÓN”
Trabajando en estos 3 pasos sentiremos más alivio, mayor energía y ausencia de frustración, pasando a tener mayor control sobre la situación que nos preocupa.
Analizando la palabra “preocupación”, Pre- es un prefijo que significa “antes”; y –ocupación es “trabajar en algo que nos envuelve física y mentalmente”.
Por lo tanto, preocuparse es ocuparse de algo antes de que esto ocurra. Puesto que sabemos que la probabilidad de que acabe ocurriendo lo que vaticinamos es mínima, evitemos preocupaciones innecesarias.
Preocuparse es como una adicción y si quieres acabar con ella necesitas tiempo para enseñarte, poco a poco, cómo dejar de hacerlo.

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